
Estamos enfrentando uno de los momentos más disruptivos y transformacionales de nuestra era. Las dinámicas sociales, económicas, políticas, ambientales y personales están cambiando. Bodas, nacimientos, funerales, cumpleaños, reuniones de trabajo, negocios, celebraciones familiares han sido y seguirán siendo modificadas por esta pandemia. Para sobrellevar los cambios, nos hemos acelerado en adoptar la tecnología para realizar nuestras actividades básicas, aquellas que le dan sentido, conocimiento, valor y emoción a nuestras vidas.
Apoyadas por las video llamadas, la banca digital, el comercio en línea, las redes sociales, los teléfonos inteligentes, las videoconferencias y las diferentes aplicaciones digitales, estamos realizando nuestra vida. Creando posibilidades, compartiendo nuestras penas, buscando un abrazo, una conexión humana, en donde antes se daba todo por sentado, y ahora la distancia social nos ha limitado a encontrar nuevas formas de soñar, vivir y expresar nuestro ser.
Ante estas circunstancias podemos sentirnos despojadas de esperanza, llenas de incertidumbre, frustradas por el cambio. Pero aquí estamos para recordarte una verdad, el poder es siempre tuyo aunque no siempre tengas el control. Y para recobrar tu poder te invitamos a pensar en lo siguiente:
- No puedes controlar todo. La vida se construye a través de una mezcla de factores como la suerte, los sueños, el trabajo, y la colaboración de muchos otros elementos que salen de tu control. Y así ha sido siempre, nuestra vida ocurre dentro de un gran sistema en movimiento en donde hay interdependencia y transferencia. Esto es inevitable. Estamos conectados y por lo mismo si alguien tuvo una gripe en Wuhan, ésta puede llegar a ti y a los tuyos en tu casa. Ésta pandemia viene a recordarnos que estamos conectados siempre.
- A través de la adversidad crecemos. ¿Haz escuchado el dicho “Ningún buen capitán se ha forjado en aguas calmas.”? Esta frase explica el proceso por el cual crecemos los seres humanos, las adversidades, los retos, la resistencia, la lucha, es el camino para crecer. Sin estas situaciones, la vida carecería de trama, seria todo monótono, calmo y sin sabor. Los tragos amargos, la lucha, las oportunidades, los retos, y las pruebas son la forma en la que crecemos, y para eso no hay receta secreta, tenemos que pasar por estas pruebas para escribir nuestra historia. Así es la vida y a cada persona, a cada generación le toca su dosis de retos, crecimiento y adversidad. A nosotras nos está tocando este episodio.
- Podemos crear alternativas. Cuando las situaciones se ponen difíciles y las reglas cambian, estamos en la necesidad de explorar, inventar y crear nuevas alternativas para nuestra vida. Aquí se presenta la primera oportunidad de desplegar tu poder, cuando te das el permiso de ver cómo si lograr tus sueños, en esta nueva realidad. Aquí es donde empezamos a hacer los baby shower por videoconferencia, tomar clases por video, transformar tu cuarto de tele en espacio de escuela, cambiar tu forma de pagar servicios o comprar. Encontrar el cómo sí. Y cancelando lo que no tenía sentido.
- Dejar atrás es parte de crecer. Las cosas han cambiado, y hay cambios que llegaron para quedarse. Decide cómo vas a vivirlos, qué compromisos nuevos tienes que hacer para sacar mayor ventaja de esta situación y súbete al barco del cambio. Porque aquí es donde aplicas tu nuevas decisiones, tu nuevo diseño, tu nuevo yo. Que se quede atrás lo que ya no era, lo que no servía, lo que sobraba, lo que estorbaba a tu felicidad. Y que lo que se quede sea lo que te haga más feliz, más plena, más tu.
Aprovecha esta oportunidad para renovarte, decidir diferente, dejar atrás lo que ya no es. Decide con mayor asertividad sobre tus relaciones, tus finanzas, tu salud, tu bienestar. Diseña con intensión tu vida, porque así como la tierra se renueva, estamos en este proceso de reinventarnos con ella. ¡Bienvenido el 2021!
Editorial Poderosa Poderosa